La técnica llamadada transferencia mitocondrial, tendría como principal dificultad ética que se produciría un niño con dos madres y un padre, es decir, con tres padres. También, seguiría teniendo todas las dificultades éticas de la fecundación in vitro.

Un tema con importantes  repercusiones éticas es la posibilidad de la transferencia mitocondrial, utilizando el ovocito de una mujer que padezca una enfermedad mitocondrial y posteriormente poder fecundarla con esperma de su marido o de un donante en un proceso de fecundación in vitro. Según se comenta en el Brithis Medical Journal (2014; 348: g1846), se piensa que en el Reino Unido nacen cada año alrededor de 200 niños con enfermedades mitocondriales, que pueden ser desde leves hasta graves, como la distrofia muscular, la neuropatía óptica hereditaria de Leber o el síndrome de Leigh.

En qué consiste la transferencia mitocondrial que hace posible que un niño pueda tener dos madres genéticas

Como se sabe esencialmente la técnica consiste en enuclear un ovocito sano, que mantendrá sus mitocondrias, por supuesto sanas. Transferirle el núcleo del ovocito de la mujer que padece la enfermedad mitocondrial. Así se obtendrá un ovocito con el 97%  aproximadamente del ADN de la mujer enferma y un 3% de la donante sana, el correspondiente a sus mitocondrias. Este ovocito sano se podría fecundar y así obtener un niño en teoría sano. Esta técnica tendría como principal dificultad ética que se produciría un niño con dos madres y un padre, es decir, con tres padres. Por otro lado seguiría teniendo todas las dificultades éticas de la fecundación in vitro. La tramitación legal de esta técnica en el Reino Unido se inició en 2009 cuando la Human Fertilisation and Embryology Act (HFEA) propuso la donación mitocondrial, a lo que se opusieron asociaciones de distinto tipo. El gobierno de entonces manifestó que estas técnicas solamente se podrían utilizar cuando se confirmara que eran efectivas y seguras. Se sigue comentando en el artículo del BMJ al que nos estamos refiriendo, que el último año la HFEA ha dado su apoyo a este tipo de tratamiento, siempre que esté sujeto  a estrictos controles. En junio de 2012 el “Nuffield Council of Bioethics”, determinó que el uso de esta técnica podría ser ético para tratar de evitar la transmisión de una enfermedad mitocondrial. Posteriormente el Gobierno inglés pidió a la HFEA que un panel de expertos evaluara la eficacia y seguridad de esta técnica antes de que fuera discutida en el Parlamento. También se ha pedido que la HFEA especifique que clínicas están autorizadas para llevar a cabo este tipo de tratamiento. La consulta sigue su trámite parlamentario que se resolverá este mes, por lo que diversas instituciones médicas y sociales han pedido al Gobierno que active la regulación legal de esta práctica médica.

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Justo Aznar

Observatorio de Bioética UCV