Este fin de semana ha tenido lugar en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid el VI Simposio de la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos, con el tema “Identidad del farmacéutico y su compromiso con la vida humana”.
Fueron analizados temas relacionados con la implicación del farmacéutico en la defensa de la vida humana, su identidad y deontología profesional, así como el papel del farmacéutico católico en la empresa.
También fueron analizados en diversas ponencias, temas vinculados con los últimos avances científicos en la terapia con células madre, el reconocimiento de la fertilidad y su implicación en la regulación natural de la natalidad, así como una actualización sobre los protocolos de Atención farmacéutica ante la petición de la píldora del día siguiente (PDS) y los nuevos datos sobre el mecanismo de acción de los contraceptivos orales de emergencia, ponencia esta realizada por Julio Tudela, en representación del Observatorio de Bioética del Instituto de Ciencias de la Vida de nuestra Universidad.
Resumimos a continuación el contenido de la mencionada ponencia que es sin duda una puesta a punto de la necesidad, mejor dicho del deber, de informar adecuadamente al usuario del verdadero efecto de la píldora del día después .
“Nuevos datos sobre el mecanismo de acción de las PDS.
Mucha de la información científica publicada, referente a la contracepción de emergencia en general y al levonorgestrel (PDS) en particular, ha insistido de forma contundente y reiterada en que el principal mecanismo de acción de estos fármacos -si no el único- es inhibir o retrasar la ovulación. Las guías terapéuticas utilizadas en planificación familiar, las orientaciones suministradas por las sociedades científicas implicadas en la planificación familiar, los procedimientos legislativos que regulan su prescripción y dispensación, y la información divulgativa suministrada a las usuarias acerca de cómo actúan estos fármacos han expuesto sin fisuras que no existen mecanismos post fecundación que plantearan objeciones éticas a su uso, por provocar la muerte de un embrión antes de su implantación en el endometrio. Los investigadores que han expresado la posibilidad de la existencia de estos mecanismos post-ovulación, han sido sistemáticamente refutados, apelando a las evidencias científicas disponibles que no dejarían lugar a la duda: no existen más mecanismos de acción que el anovulatorio.
Aunque siempre han existido indicios acerca de la necesidad de tomar en cuenta otros mecanismos distintos del anovulatorio que explicasen la eficacia contraceptiva del método, que es superior a su capacidad de inhibir la ovulación, los datos más recientes de que disponemos, que han sido analizados en este trabajo, muestran una fuerte evidencia de que los mecanismos post-fertilización no solo existen, sino que son los responsables de la eficacia del fármaco la mayor parte de las veces. Es precisamente cuando el levonorgestrel es administrado en la fase folicular (pre-ovulatoria) cuando manifiesta su actividad post-fecundación, según se evidencia en este trabajo. Hasta ahora se ha investigado el posible efecto anti-implantatorio centrándose en la administración post-ovulatoria del fármaco, deduciendo erróneamente que si solo actúa cuando es administrado antes de la ovulación es porque su mecanismo de acción es precisamente inhibir o retrasar el proceso ovulatorio. Demostramos que esto no es lo que sucede realmente.
La información verídica y bien contrastada resulta indispensable para que científicos, médicos, farmacéuticos, divulgadores, legisladores y usuarias puedan decidir en libertad conociendo las consecuencias de sus opciones y evitando sesgos provocados por la ignorancia o la manipulación informativa.”
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