El intercambio de material genético entre ovocitos  y embriones ofrece una nueva opción reproductiva para la prevención de enfermedades mitocondriales. Se ha constatado que la disfunción de las mitocondrias puede ser una causa de importantes enfermedades  que pueden afectar a diversos órganos. Los tejidos que requieren una alta demanda energética, tales como el cerebro, corazón, musculo y sistema nervioso central, se resienten seriamente cuando existen alteraciones mitocondriales. Las enfermedades mitocondriales pueden ser debidas a mutaciones en el ADN mitocondrial o en los genes nucleares que participan en la función de las mitocondrias.

Por el momento no existe un tratamiento efectivo para los pacientes con enfermedades  mitocondriales, por ello se está poniendo gran énfasis en la prevención de la transmisión de estas enfermedades.

Una nueva posibilidad en este sentido es la clonación utilizando la transferencia nuclear entre ovocitos, que esencialmente consiste en extraer el núcleo del ovocito de una mujer que tenga las mitocondrias alteradas, y transferirlo a otro ovocito de una mujer sana, al  que previamente se le ha extraído el núcleo. De esta forma se obtiene un nuevo ovocito con las mitocondrias del ovocito de la mujer sana y el núcleo de la mujer enferma. Este nuevo ovocito se puede fecundar con esperma de un donante sano, de forma tal que  se obtendría un blastocisto no afectado por la enfermedad mitocondrial que padece la mujer enferma (Fertil Steril 101; 31-35, 2014).

Aunque la aplicación técnica de esta técnica parece lejana, pues como se sabe hasta ahora no se ha conseguido la clonación humana, sí que es propuesta desde distintos ámbitos investigadores relacionados con la procreación asistida.

Pero además de ello, no hay que olvidar las grandes dificultades éticas que esta técnica conlleva, pues adicionalmente a las propias de la clonación humana, tendría las derivadas de la producción de embriones, que en caso de ser viables, cosa dudosa, tendrían dos madres y un padre.