Según se describe en Nature Cell Biology (15; 1507-1515, 2013) el grupo de Izpizua ha creado por primera vez trozos de tejido renal (primodios) funcionantes. Este hallazgo constituye una nueva posibilidad para profundizar en el conocimiento del embrión humano, buscar las causas de determinadas enfermedades renales y para probar nuevos fármacos para curarlas. En este caso concreto las células iPS fueron obtenidas de células adultas de dos pacientes con enfermedad poliquística renal.