La vacunación universal de las adolescentes contra el virus del papiloma humano suscita una amplia polémica bioética, pues por un lado esta práctica puede tener positivos beneficios médicos para las vacunadas; pero por otro, se puede pensar que promoverla por las autoridades sanitarias de una forma generalizada podría conculcar algunos derechos personales de las adolescentes y sus padres.
En relación con ello, el número de adolescentes en Estados Unidos que han recibido la vacuna contra el virus del papiloma humano es de alrededor del 50%. Según un reciente reportaje de “Morbidity and Mortality Weekly Report” (www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm6229a4.htm). Desde 2007 a 2011 el porcentaje de adolescentes (de 13 a 17 años) que habían recibido, al menos una de las tres dosis recomendadas contra la vacuna del papiloma humano, había pasado del 25,1% al 53%, pero este incremento parece haberse estabilizado, pues en 2012 el porcentaje de vacunadas fue del 53,8%.
Los “US Centers for Disease Control and Prevention” (FDA) estiman que si se aumentara el porcentaje de niñas de 12 años que recibieran las 3 dosis de la vacuna al 80% se podrían evitar alrededor de 53.000 casos de cáncer de cuello de útero a lo largo de la vida de estas niñas pero actualmente solamente el 33,4% de adolescentes han recibido las tres dosis de vacuna comentadas. En muchos casos, este escaso porcentaje podría incrementarse si la vacuna fuera administrada a las adolescentes al mismo tiempo que ellas visitan su centro de salud para recibir otras vacunas. Posiblemente con esta práctica el porcentaje de vacunadas podría llegar al 90%.
Entre las razones que se esgrimen contra la vacunación universal de las adolescentes se apuntan cinco razones: que la vacuna no es necesaria (19%); que la vacuna no es recomendable (14%); dudas alrededor de la seguridad de la vacuna (13%); falta de conocimiento sobre la vacuna o la enfermedad ocasionada por el virus del papiloma humano (12%) y pensar por los padres que su hija no es sexualmente activa (12%). Por ello, el director de la FDA norteamericana, Tom Frieden, piensa que habría que promover una mejor educación de los padres para favorecer la vacunación de las hijas (BMJ 2013; 347: f4798).
hola quisiera saber si es ilegal abordar a pacientes con vph o alguna enfermedad de transmision sexual con finalidad de hacer un estudio que consiste en un analisis para determinar si hay factores en comun que influyen para que estops pacientes tengan depresion
Para abordar a cualquier persona o paciente y utilizar los datos de su historia clínica con la finalidad de hacer un estudio, hay simpre que pedirle su consentimiento informado. Si no se tiene no es ético utilizar ningún dato suyo pues se estaría atentando contra el derecho a su propia intimidad.