Angèle, considerada en estado de coma irreversible, recibió tratamiento sin anestesia, soportando un trato hospitalario inclemente, ya que nadie sospechaba que pudiera sentir dolor.
Autores: Angèle Lieby y Hervé de Chalendar
Ediciones Planeta 2013 (190 págs.)
“Me salvó una lágrima” es un libro que impacta por su título y conmueve por su contenido. Catalogado en librerías, como novela, quizás por ser un bestseller, sin embargo no tiene nada de novela, si nos atenemos al diccionario de la RAE que define el término así: “Obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores…”. Es sin duda un testimonio verídico narrado con toda sencillez y sin reivindicaciones.
La pesadilla de una mujer (Angèle) que habiendo sido tenida como clínicamente muerta, permaneció consciente dentro de su cuerpo, sumergida en una oscuridad total e insuperable y escuchando todo lo que sucedía alrededor. Angèle recibió tratamiento sin anestesia, soportando un trato hospitalario inclemente, ya que nadie sospechaba que pudiera sentir dolor.
Un testimonio único, que nos hace reflexionar sobre la posibilidad de que otras personas hayan vivido una experiencia análoga sin poder llegar a contarla.
Como dice la contraportada es “el relato de su insólita experiencia, así como una reflexión sobre importantes cuestiones éticas y médicas.”
Un tema de gran actualidad que trata del delicado asunto de cuándo se produce la muerte; ¿hasta dónde pueden los médicos, incluso los intensivistas, afirmar que un enfermo está totalmente inconsciente e insensible o que sufre un coma irreversible? Es una llamada de atención a todos los profesionales de la salud, particularmente a los intensivistas, y a cada uno de nosotros, pues no estamos libres de pasar un trance análogo al de Angèle, o al de su marido o hija.
A través de estas páginas se percibe la nobleza, el amor a la vida y a los suyos de Angèle, verdadero testimonio de un alma desamparada que lucha con todas sus fuerzas y recurre a todos las intercesiones para salvarse.
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