Un feto de 21 semanas y dos días de gestación que padecía una obstrucción de la laringe que le impedía respirar y que le podía condicionar un fallo cardiaco, ha sido operado intrauterinamente con pleno existo. El procedimiento consistió en introducir un endoscopio de cirugía fetal en el útero, dirigirlo a la boca fetal, hacerlo llegar hasta las cuerdas vocales y desatascar la laringe de una membrana anómala que le impedía respirar. Tras la operación el embarazo siguió su curso normal y 16 semanas después nació un niño sano (Diario Medico 18/24-XI-2013).
Es reconfortante ver una buena noticia como esta, en contraposición con tanta destrucción de vidas humanas mediante la provocación de abortos.